ADYPE analiza con CaixaBank y LABORAL Kutxa las perspectivas económicas para 2023

Los responsables de Estudios de ambas entidades prevén una desaceleración generalizada de la economía, lastrada por la inflación, que se mantendrá elevada pese a mostrar una tendencia a la baja.

La Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, ADYPE, ha celebrado esta mañana en Bilbao un encuentro en el que los responsables de los servicios de estudios de CaixaBank y LABORAL Kutxa, Oriol Aspachs y Joseba Madariaga, han expuesto las previsiones de sus respectivas entidades para el próximo año 2023 de una economía aún lastrada por los efectos de la pandemia y fuertemente impactada por la guerra en Ucrania.

Oriol Aspachs, director de Economía Española en CaixaBank Research, ha iniciado su exposición con un análisis de la evolución del entorno económico global, con una inflación que no da tregua en la Eurozona, pese a la reducción del precio del gas. Mientras que en Estados Unidos, aunque todavía en niveles elevados, empieza a mostrar una tendencia a la baja, situándose en octubre en el 7,7%.

Aspachs ha destacado también la “sorpresa en positivo” del PIB del tercer trimestre de este año en los países avanzados, y especialmente en Estados Unidos, donde, tras dos trimestres de crecimiento negativo, creció un 0,6% entre julio y septiembre, aunque con ligeras muestras de desaceleración. En este sentido, “la probabilidad de ver retrocesos de la actividad en los próximos meses, sobre todo en la eurozona, es significativa”, ha dicho.

Respecto a China, y pese a haber crecido un 3,9% en el tercer trimestre de 2022, Oriol Aspachs ha puesto de relieve que “la política COVID cero sigue pesando en las perspectivas a corto plazo”, y “los datos de actividad más recientes confirman la ralentización de la economía”, al tiempo que “la demanda externa da señales de enfriamiento”.

En cuanto a la situación de la economía española, el experto de CaixaBank ha destacado que los indicadores del cuarto trimestre “apuntan a un debilitamiento de la actividad”, perceptible especialmente en el sector manufacturero. No obstante, ha puesto en valor “la fortaleza del sector turístico y la resiliencia del mercado laboral”, que continúa con registros positivos. Además, la corrección de los precios de la electricidad y del gas favorecen la moderación de la inflación, que lleva tres meses consecutivos de descensos, hasta situarse en el 7,3% en octubre, “por debajo de la media de la eurozona por primera vez desde marzo de 2021”.

Aun así, las previsiones de CaixaBank para el año 2023 indican “un crecimiento del PIB del 1%”. No obstante, no hay que perder de vista uno de los focos de riesgo, como es “la capacidad de resistencia de los hogares ante la pérdida de renta disponible real, como consecuencia de la inflación y el repunto de tipos”.

En cuanto al déficit, la entidad prevé que este 2022 se sitúe en el 4,5% -un dato mejor incluso que el previsto por el Gobierno, del 5%-, mientras que en 2023 se situaría en el 4,3% -frente al 3,9% estimado en el Plan Presupuestario del Ejecutivo central-.

Coyuntura en Europa y Euskadi

Por su parte, Joseba Madariaga, director del departamento de Estudios de LABORAL Kutxa, ha iniciado su intervención analizando el escenario europeo, especialmente sensible a la guerra en Ucrania, que “ha supuesto un shock energético” que se traduce en “una inflación particularmente más intensa en Europa”, y que además “cederá algo más tarde” que en otras zonas del mundo.

Todo ello ha desencadenado las últimas subidas de tipos del Banco Central Europeo y se espera que en diciembre anuncie una nueva subida de 50 puntos básicos, y previsiblemente otros 25 en el primer trimestre de 2023.

En este contexto, y tras un intenso crecimiento en la primera mitad del año, se aprecia ya una desaceleración de la actividad que, unida al endurecimiento de las condiciones financieras, “creará un escenario de recesión técnica a lo largo de los próximos trimestres”. Así, para el responsable de estudios de LABORAL Kutxa la tasa de crecimiento del PIB europeo en 2023 se situará en el 0,5% -frente al 3,2% del ejercicio actual- y la inflación en el 5,3% (8,5% en 2022).

No obstante, Joseba Madariaga ha destacado también los soportes con los que cuenta la economía europea para hacer frente a esta situación, como son “el importante crecimiento nominal de la renta, la bolsa de ahorro generada desde la pandemia -estimada en un 12% de la renta disponible- y la fortaleza del mercado laboral”.

En lo que se refiere a Euskadi, Madariaga ha señalado que si bien la economía vasca ha mostrado dinamismo en la primera mitad del año, el PIB se encuentra todavía un 0,8% por debajo del dato del 4º trimestre de 2019, antes de la pandemia.

El crecimiento del tercer trimestre del 0,2% apunta a “una ralentización de la actividad”, que “se aprecia más claramente en el sector industrial, y en menor grado en los servicios”. Por el lado de la demanda, “se ralentizan el consumo y la inversión”, y “las exportaciones siguen manteniendo un buen comportamiento”, mientras que “las importaciones van cediendo terreno”. Destaca además la “fortaleza del mercado laboral”, con una tasa de paro del 7,9%.

Todo ello, ha llevado a la entidad financiera a revisar al alza el crecimiento del PIB para este ejercicio, “del 3,6% al 4,2%”. Respecto al próximo año, el departamento de Estudios de LABORAL Kutxa presentará sus previsiones definitivas el próximo mes de diciembre, si bien Joseba Madariaga ya ha anunciado hoy que “revisaremos a la baja la tasa de crecimiento anual del 2,7% que dimos en junio”.

ADYPE analiza con CaixaBank y LABORAL Kutxa las perspectivas económicas para 2023